En la entrada de hoy voy a dar mi
opinión sobre los cuatro papers publicados hace años sobre CSCW. Algo que los cuatro papers tienen en común
es que no son actuales y, por lo tanto, hay mucha información que podría
parecer desactualizada. Sin embargo, por lo misma razón son interesantes: son
estudios que dieron los primeros pasos en un área que estaba recién naciendo. Me
pareció interesante leer como hace algunas décadas eran ignoradas algunos temas
que hoy en día podrían parecernos obvios, y que podemos observar en la mayoría de los sistemas CSCW modernos, como Google Docs o GitHub.
No tengo intención de que mi opinión sea muy extensa, por lo
que no hablaré en detalle acerca de cada texto. En esta entrada me centraré en
discutir solo los aspectos que más me llamaron la atención de cada uno.
Con respecto al texto “Why CSCW applications Fail: Problems
in the design and evaluation of organizational interfaces” de Jonathan Grudin
me pareció interesante que los tres puntos que identificó como causantes del
fracaso de aplicacaciones CSCW (Disparidad entre los usuarios que se benefician
de la aplicaciones y los que deben realizar un esfuerzo extra, falta de
intuición al desarrollar aplicaciones y la dificultad de evaluarlas) pueden clasificarse
como errores generados por no tomar conciencia de que una aplicación enfocada a
la colaboración en un grupo de personas es muy distinta a una que tiene fines
más “tradicionales”. Esto es reflejo de que es imposible crear una aplicación
de este tipo que sea exitosa sin antes investigar y comprender el problema a
fondo.
El texto “Eight challenges for developers”, tambien de
Grudin, me dejó una impresión similar a su trabajo discutido anteriormente. En
especial, me gustó la importancia que se le dio al tema de que los sistemas
diseñados para que interactúen grupos deben diseñarse para el contexto actual
de las personas. No debe esperarse que la gente se adapte a tu diseño, sino que
debe ser lo contrario. Considero que lo anterior está muy relacionado con los
temas abarcados en el paper de Harrison que discutiré más adelante.
Creo que el paper de Dourish y Belloti “Awareness and
Coordination in Shared Workspaces” cubrió puntos que, al menos desde mi punto
de vista, pueden parecer obvios. Sin embargo, es cierto que es necesario realizar
estudios de este tipo. Considero importantes las conclusiones que se llegan
respecto a que para que un grupo pueda trabajar correctamente es necesario que
exista esta conciencia acerca de en qué está trabajando el resto. Destaco el
énfasis que hubo en justificar todas las conclusiones a las que llegaban a
partir de sus estudios con grupos de personas, a diferencia del texto “Why CSCW
applications Fail: Problems in the design and evaluation of organizational
interfaces” de Grudin, en el que la mayoría del tiempo estaba de acuerdo con
las conclusiones del autor porque en general respondían al sentido común, pero
rara vez sentí que respaldara sus premisas con datos fuertes.
Finalmente,
el paper “Re-Place-ing Space: The Roles of Place Collaborative Systems” de
Harrison y Dourish me pareció muy interesante. Me llamó mucho la
atención la idea clave del texto: al diseñar software de este tipo se debe
pensar en el concepto de “lugar” en lugar de “espacio”. En particular, me gustó
el concepto de que es imposible diseñar “lugares”, ya que los usuarios finales
del producto son los que deben darle ese sentido social a la aplicación. En
consecuencia, como desarrolladores debemos darles las herramientas a los
usuarios para que logren crear aquellos “lugares” y puedan sentirse
pertenecientes a ellos en lugar de crear experiencias poco flexibles. Este
punto está relacionado a lo que mencioné sobre el texto “Eight challenges for
developers” de Grudin, en el sentido de que como desarrollador no podemos
imponer nuestra forma de pensar y relacionarnos en grupo de personas, sino que
más bien debemos enfocarnos en darles todo lo necesario para que ellos puedan
hacerlo por sí mismos.
En conclusión, los cuatro papers leídos aportan a la
creación de aplicaciones CSCW que puedan beneficiar a sus usuarios en lugar de
hacer que sus interacciones grupales sean más costosas. Desde mi experiencia
personal, siento que gran parte de los conceptos que tratan los textos son
incluidos en los sistemas de colaboración grupal que han tenido éxito en la
actualidad. Lo anterior es reflejo de que efectivamente los problemas
identificados décadas atrás siguen siendo relevantes en los tiempos modernos.